La institución educativa privada Gerson, situada en el distrito 16 de París, está siendo objeto de una inspección educativa debido a su «radicalización ideológica», según recogen diversos medios franceses estos días. El propósito de esta inspección, según informaba el mismo Departamento de Educación, es «arrojar luz sobre el caso» de la intervención de la entidad «Alianza Vida» en este centro educativo. La organización Alianza Vida fue fundada en 1993 por Christine Boutin, con el objetivo de luchar contra el aborto y el matrimonio de personas del mismo sexo.

El conflicto arranca justo cuando esta organización fue invitada por el colegio para una charla contra el aborto y la anticoncepción dirigida a las chicas jóvenes. Un profesor del centro indicó que «muchos estudiantes salieron muy molestos». Según el testimonio de algunas de las chicas que tuvieron ocasión de presenciar la conferencia y que fueron reproducidos por la emisora de radio Europe 1, se habló del «empleo de la píldora postcoital como algo «semi-letal», a la vez que del aborto como «homicidio voluntario». Pero según Alianza Vida, estos comentarios recogidos por diversos medios franceses son «una calumnia, mentiras […] y condenamos enérgicamente este intento de mancillar nuestra imagen y desacreditar nuestro trabajo», anunciando acciones legales en contra del medio que reprodujo los testimonios. La asociación afirma que «aceptó la invitación» de la Escuela Gerson para llevar a cabo una intervención con los estudiantes, «como ocurre a menudo en diferentes centros […] que nos piden que hablemos de temas como la bioética, las madres de alquiler, personas en dificultades por el dilema de encontrarse ante el aborto, etc.».

Sin embargo, algún profesor que ofreció su testimonio de forma anónima, indicó que «el Opus Dei está en nuestro centro […] al menos uno de los responsables de área y una compañera son miembros del Opus Dei […] nuestro centro es católico y con acuerdos con el Estado, pero este discurso dista mucho de ofrecer una enseñanza religiosa, es más bien una imposición de una visión de las mas oscurantistas de nuestra sociedad».

No es éste un hecho aislado. A finales de enero, la Fundación Jérôme Lejeune, anti-aborto y anti-eutanasia, fueron invitados al mismo centro para hablar sobre el derecho a la vida y la discapacidad a los alumnos de 6 a 11 años de edad. En este sentido, el sacerdote del centro educativo Gerson ha indicado en una carta dirigida a los profesores del colegio, que «Alianza Vida fueron invitados a Gerson como una continuación de la conferencia […] sobre la Bioética […] y su objetivo es aclarar las posiciones de la Iglesia sobre el tema».

Pero otros padres han afirmado en medios como Le Nouvel Observateur que en los últimos años, y sobretodo a partir de la incorporación de un nuevo director el pasado año 2011 «que en ningún momento ocultó sus ideas reaccionarias», se han ido sucediendo una serie de cambios «como el hecho que la misa y la comunión hayan pasado a ser obligatorias […] o que un viaje de curso que se tenía programado para Pompeya fuera cambiado finalmente por una visita a Lourdes […]».

Algunos padres hablan de una «radicalización ideológica», cuando optaron por inscribir a sus hijos en este centro católico por ser abierto y tolerante, a la vez que Europe 1 se refirió a «posibles derivas integristas». Otra madre que también ha preferido quedar en el anonimato añadió que «la confesión pasó igualmente a ser obligatoria […] en una catequesis, uno de los responsables de la actividad afirmó que la violación a una mujer es un acto de forzarla a obtener placer […]».

El sindicato parisino de enseñanza privada SPEP-CFDT, en un comunicado público, se refirió a esto sucesos como «una educación religiosa dogmática». Mientras tanto, el clima en el colegio ha empeorado: diversos profesores han denunciado que han sido apartados por no estar en sintonía con el nuevo rumbo del colegio, otros han pedido el traslado a otros centros educativos y numerosos padres han empezado a buscar otro colegio para sus hijos.

Ante la sucesión de los acontecimientos, la Diócesis de París fue al centro a entrevistarse con alumnos, profesores y padres durante el pasado mes de enero y febrero, anunciando su resolución para el próximo lunes 28 de abril, aunque algunas fuentes ya apuntan a que «las conclusiones serán devastadoras». De hecho, ya el pasado 31 de marzo la Diócesis de París exigió la dimisión del director; en vano, «ya que no tenemos poder alguno sobre el Consejo de Administración del colegio», contrariamente a la mayoría de centros escolares católicos en donde por lo general es la Diócesis quien tiene poder de actuación. En el caso de la Escuela Gerson, quien lleva la gerencia del centro es una asociación no lucrativa «cuya caja de tesorería asciende a los 6 millones de euros y obtienen unos beneficios de 1 millón de euros».