A finales del año pasado se estrenó en los cines «Vivir de la Luz«, un documental en el que el director austríaco Straubinger aborda el tema del Respiracionismo, sosteniendo en el mismo la práctica de muchos respiracionistas según la cual sería posible vivir sin alimento y sin agua. El tema recuerda a aquél otro de hace años relacionado con la película «¿Y tú qué sabes?», film pretendidamente científico vinculado a la Escuela Iluminación Ramtha.
En el caso de Vivir de la Luz, los seguidores del Respiracionismo aseguran todo tipo de beneficios, pese a que se hayan dado casos de personas fallecidas por estas prácticas new age. Es el caso de la australiana de 49 años Verity Linn que falleció tras haber seguido las enseñanzas respiracionistas de de la gurú Ellen Greve «Jasmuheen», quien propone un período de respiracionismo durante 21 días.
Este proceso respiracionista sigue una especie de rito iniciático en un completo aislamiento (sin visitas, sin medios de comunicación, sin teléfono, sin lecturas o cualquier otra cosa pudiera interrumpir este retiro) por el que se pretende alcanzar a n «estado más elevado de conciencia» para de este modo «vivir en el Prana o la Luz».
De manera pretendidamente «científica», el documental se apoya en experiencias como las que en abril del 2010 llevara a cabo el yogi Prahlad Jani en la India, quien asegura no haber comido nada desde hace más de 60 años. Un equipo de médicos de hospital Sterling, en Ahmedabad, dirigido por el doctor Sudhir V. Shah, se ha propuesto estudiar a este señor en una habitación con una cámara de vigilancia continua y, por supuesto, sin comida ni agua. En el transcurso de su estancia en el hospital, en varias ocasiones, las cámaras muestran al yogui marchándose de su habitación -aparentemente para alimentarse de Prana- para hacer gárgaras con agua; en esos momentos, aprovechaba para alimentarse.
Por su parte, la Asociación Racionalista de la India ha denunciado el engaño de esta práctica. Aunque diversos miembros de la Asociación Racionalista de la India pidieron estar presentes en este «experimento», les fue denegada la posibilidad de estar como observadores. Parte de esta resistencia es comprensible, debido a que esta misma Asociación Racionalista había desenmascarado el pasado año 1999 a la gurú Kumari Neerja, quien aseguraba ser la la reencarnación de la diosa hindú de Saraswati al igual que afirmaba no haber ingerido alimento alguno durante mucho tiempo. Los miembros de la Asociación racionalista decidieron hacer una prueba: rociaron toda la habitación con un gas inofensivo que provocaba el vómito, con el resultado que Neerja expulsó restos de patatas y pan.
Además, resultó que el doctor Sudhir V. Shah, principal impulsor del experimento, no era neutral. Shah es un ferviente seguidor del Jainismo, una corriente importante en la India en la que el Prana es un concepto esencial. En su sitio web, donde habla claramente de sus creencias, aclara que todos los conocimientos científicos y técnicos estaban ya incluidos en los antiguos textos Janinistas. Es también miembro de la Federación de Médicos Jainistas, que tiene como objetivo central el «promover la investigación científica y la educación médica según los principios del Jainismo». Por ende, resulta que ni el protocolo de investigación ni mucho menos los resultados son conocidos, dado que no se ha publicado en ninguna revista científica.
En otro orden de cosas, Jasmuheen -la rubia icono bimbo del Respiracionismo- participó en un experimento similar al de Australia para el programa 60 minutos. No obstante, tras de cuatro días, el rodaje debió interrumpirse debido a que su condición fue considerada alarmante por el médico que la estaba siguiendo durante el programa.
Un informe de la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Medio Ambiente y del Trabajo (ANSES) denunció recientemente el riesgo de determinadas dietas. Por su parte, Véronique Coxam, director de investigación en el INRA de Clermont-Ferrand y especialista en nutrición humana, sostiene que contrariamente a la creencia popular, el ayuno no tiene virtud purificadora alguna. De acuerdo a Coxam, «no es para nada recomendable y puede ser peligroso. Provoca alteraciones de azúcar en sangre, convulsiones, hipertensión, problemas cardiovasculares, debilitación del sistema inmune, debilitamiento general y en algunos casos coma. El ayuno prolongado con una pérdida significativa de peso puede conducir a la muerte».