La Orden de los Esenios -cuyo gurú se exilió de Francia hace unos diez años tras su condena penal y que nos visitó no hace mucho-, extiende ahora su actividad por Canadá, disfrutando la exención fiscal, según recogía hace unas semanas La Presse, quien además cifraba entre 60 y 100 los seguidores que actualmente estarían reunidos en una localidad a las afueras de Montreal, en donde se dedican a venerar a los arcángeles y diversas deidades egipcias, combinándolo con simbología cristiana. Cada domingo, organizan una jornada en la que reciben a decenas de personas vestidas de blanco para escuchar a Olivier Martin -quien se llama a si mismo Oliver Manitara, «un hijo del Sol»-, el gurú del movimiento que asegura haber recibido sobrenaturalmente los Evangelios Esenios, firmados por él mismo.

De acuerdo al Estado francés, la devoción de los miembros a los arcángeles y «la Luz Eterna» esconde ideas inquietantes sobre un inminente fin del mundo. Ya en su momento la Unión Nacional de Asociaciones para la Defensa de las Familias e Individuos (UNADFI) -una red de asociaciones que informan sobre sectas que opera a lo largo de toda Francia-, describió a este grupo como sectario. Y de acuerdo con la administración francesa para supervisar la lucha contra las sectas y sus derivas (MIVILUDES), los Esenios no son inofensivos. En su informe de 2011 mencionaban que «la atención sobre este grupo está motivada por el empleo de temas múltiples de la Nueva Era con referencias a teorías sobre el fin del mundo, temas de ovnis y extraterrestres». En una entrevista con La Presse, el presidente de la MIVILUDES Serge Blisko, ha descrito a Oliver-Manitara como «un siniestro personaje», comparando en algunos aspectos este grupo con la Orden del Templo Solar (OTS), secta que a mediados de los noventa empujó a sus adeptos a abandonar sus cuerpos a través de diversos suicidios rituales y asesinatos, con un total de 74 muertos.

Por su parte, la Orden de los Esenios niega sostener teorías apocalípticas y explica que «promovemos el respeto y la armonía con la naturaleza». Aunque el pasado 2000, la policía francesa allanaba la «comunidad alternativa Terranova» (Aveyron), encabezada por Olivier- Manitara. Ocho miembros del grupo, en particular, fueron acusados ​​ante el tribunal penal. Manitara y su esposa fueron condenados por mal uso de los activos de la empresa y utilizar para fines personales el dinero que pertenecía a una corporación. La decisión fue confirmada en apelación.

Su abogado en aquel momento, Jean-Pierre Joseph, argumentó que en realidad lo único que había era un único cheque de empresa a nombre del líder espiritual del grupo, por acuerdo del propio grupo, añadiendo que todo el juicio no respondías más que a la intolerancia hacia un estilo de vida diferente.

Frédérique Bonenfant, investigador asociado en el Centro de Recursos y de la Observación de la Innovación Religiosa (CROIR) de la Universidad de Laval, ha seguido estos últimos años la actividad del grupo. En su opinión, efectivamente los seguidores de la Orden esperan de hecho un fin del mundo, pero eso no los convierte en un grupo peligroso, añadiendo que de hecho en ninguno de los textos de Manitara aparece una referencia explícita a un «Armageddon». En su criterio, se trata de un nuevo movimiento religioso, pero no de una secta.

Pero la MIVILUDES no está tan seguro de ello. En su penúltimo informe, se mencionaba que el grupo esperaba el fin de mundo para el 2012, afirmando «una hora de la elección aproximada [s] […] y que aparecería una «nueva humanidad» […] la humanidad está ahora reviviendo una antigua época atlante», una isla mítica cuyo pueblo fue engullido por el mar.

La periodista francesa Marina Ladous se infiltró en la Orden de los Esenios durante varios meses entre 2011 y 2012. «Fue una larga investigación, llevó mucho tiempo el entrar en el grupo […] buscaba un grupo con el que trabajar en Internet y me interesó el tema del apocalipsis. Aquí es donde se acercan a la OTS. Esperan algo. […] Eso es lo que vimos con la OTS. Dos ex OTS nos dijeron también de ir a verlos «.

En el reportaje que fue emitido hace dos años en Canal+, Les gourous de l’apocalypse, se describen los parecidos entre la Orden de los Esenios y la OTS, en particular en su lenguaje y la convicción común de tener un hijo sagrado – los esenios lo niegan – y ceremonias de iniciación en un círculo con grandes ropa blanca. Según el documental, Olivier-Manitara estaría obsesionado con Hitler, situándolo a la altura de Jesús o Buda como «seres que fertilizaron a la humanidad».

A raíz de ese reportaje, la Orden Esenia denunció a Canal+, denuncia que se desestimaría en dos ocasiones, acordando no obstante el Tribunal Supremo en mayo de este año que aceptaban la denuncia. En estos momentos, el abogado de la defensa de la Orden Esenia es Jean-Marc Florand, que tiene a Rael entre sus clientes.