Un reciente artículo de la revista Woman promocionaba el kundalini yoga, incluyendo una entrevista a la modelo Verónica Blume en la que se reconocía seguidora de las enseñanzas del Yogui Bhajan desde hace cinco años, los últimos tres dedicada a ser profesora de kundalini yoga.

En la versión web de la entrevista, Blume afirma que fue en torno a los 16 años que empezó a interesarse por técnicas new age (reiki, flores de Bach, etc.), lo que le «permitió conectar con la mujer que era». Su interés por el kundalini aparecería a raíz de su embarazo en Ibiza y en la versión papel de la entrevista (firmado por la propia Blume), ésta reconoce que tras dejar a su hijo en la guardería experimentó una sensación de «libertad» y al acercarse a un centro de yoga y realizar su primera clase, «supe allí mismo que ese sería mi nuevo camino».

En la entrevista en formato papel, se indica citando a la AEKY -principal órgano del movimiento en nuestro país- que «kundalini […] es el yoga más efectivo […] es una variedad completa para el crecimiento espiritual». El reportaje menciona que «la mayoría de los practicantes en Oriente son de religión sij», aunque no el hecho que algunos miembros de la comunidad sikh han expresado públicamente las diferencias entre ellos y el movimiento ligado a Bhajan.

Igualmente, se menciona que «no solo es una técnica, es una completa filosofía de vida», sin mencionar las diversas evidencias que muestran abusos psicológicos y sexuales por parte de Yogui Bhajan, aparte de las imputaciones de actividades criminales.

En nuestro país, desarrollan actividades principalmente a través de los numerosos centros de yoga vinculados a la organización, a la vez que desarrollan programas de meditación dentro de las prisiones.