La Iglesia Universal del Reino de Dios, calificada como secta por diversas fuentes, es un movimiento que en la actualidad dispone de 12 millones de seguidores, así como de unos 7.000 lugares de culto y 12.000 pastores repartidos entre 176 ciudades de diversos países. Tan sólo en Brasil, se estiman unas 5.000 congregaciones en las que unos 8 millones de personas seguirían a cientos de pastores brasileños. Su sede central de Río de Janeiro puede albergar unas 12.000 personas y tienen planes de construir una megaiglesia de unos 200 millones de dólares a modo de réplica del Templo de Salomón de Sao Paulo.
La expansión de este movimiento en Jamaica ha sido meteórica en los últimos años. El pasado octubre del 2008, diversos medios de comunicación jamaicanos se hicieron eco del fallecimiento de un seguidor de la iglesia que intentó atacar con un cuchillo a un pastor y que finalmente fue abatido por un policía; según la familia del fallecido, el hombre estaba rabioso tras haber «donado» una importante cantidad de dinero a la iglesia bajo la promesa que tal «donación» haría que su ex novia regresara con él y al percatarse que tal regreso no se dio.
Aseguran tener unos 20.000 seguidores repartidos entre los 24 lugares de culto que disponen allí. El liderazgo del movimiento en Jamaica lo ostenta el obispo Claudio Botelho, quien recientemente anunció los planes de la iglesia para construir una gran catedral este año.
Las autoridades brasileñas han informado en diversas ocasiones que la iglesia de Edir Macedo puede reunir unos 1,4 billones de dólares por año en concepto de «donativos». De hecho, la gran actividad proselitista de este grupo, así como la facilidad para obtener importantes sumas de dinero, han sido dos de los aspectos que han atraído la atención de diversos medios de comunicación. Además, a lo largo de sus treinta años de existencia, los miembros de la jerarquía de la Iglesia Universal han sido acusados de diversos delitos, entre los que destacan el fraude económico y moral, el lavado de dinero, la evasión de impuestos, la explotación económica de los más pobres y otros comportamientos claramente manipulativos.
El líder del movimiento, el autoproclamado obispo Edir Macedo, pasó 11 días en una prisión brasileña por evasión de impuestos, fraude y enriquecimiento ilícito. Los cargos fueron finalmente retirados, aunque en 2009 se reabrió una nueva causa penal por fraude, lavado de dinero y desvío de dinero de los «donativos» recibidos. La documentación judicial apunta que tanto Macedo como otros diez líderes del movimiento habrían empleado los «donativos» de los miembros para comprarse joyas, coches y propiedades inmobiliarias. Esta nueva causa penal surge de una investigación levada a cabo por el Grupo de Operaciones Especiales para Combatir el Crimen Organizado (GAECO), que evidenció los movimientos económicos fraudulentos realizados por miembros destacados de la Iglesia del Reino de Dios.
Por su parte, portavoces de la iglesia de Macedo aseguran que todos los cargos que se han imputado a lo largo de los años nunca fueron probados y que siempre estuvieron motivados políticamente.
Es interesante destacar que la Iglesia Universal del Reino de Dios suele presentarse de diversos modos en los distintos países, en ocasiones incluso cambiando ciertos aspectos doctrinales y fundamentalmente su nombre.