La Unión Europea ha empezado a autorizar medicamentos con plantas medicinales, siempre y cuando hayan sido registrados previamente y hayan obtenido los avales comunitarios correspondientes. Esta decisión supone el cierre de un período que se había abierto con la directiva 2004/24/CE orientada a regular la transición de los herbolarios tradicionales hacia los medicamentos basados en plantas medicinales.
Esta normativa ha pasado ha ser completamente operativa desde el primero de mayo del presente año. La UE garantizará que los medicamentos reconocidos -que han debido pasar por filtros cercanos a los de la industria farmacéutica- cuentan con niveles aceptables de inocuidad y eficacia, aunque todavía no son públicos los listados acerca de los medicamentos que fueron aceptados y aquellos otros rechazados.
El comunicado de prensa de la propia UE indica que esta directiva acerca de los medicamentos naturales a base de plantas «no proscribe los medicamentos tradicionales del mercado de la Unión […] no prohíbe los complejos vitamínicos y minerales ni las infusiones […] no condena las terapias alternativas, la homeopatía, las plantas ni los libros sobre plantas».