El Vaticano ha expresado públicamente su rechazo a las ordenaciones que realizó el pasado mes la Sociedad Pío X. El pasado mes de junio el líder de la mencionada organización ordenó a varios de sus seguidores sin el visto bueno del Vaticano. Federico Lombardi, director de la oficina de prensa de la Santa Sede, manifestó a inicios de la semana pasada que «en tanto que los miembros de este grupo no se ciñen a ninguna posición canónica, sus ministros no tienen capacidad para ejercer ningún tipo de actividad ministerial en el seno de la Iglesia».
La Fraternidad Sacerdotal San Pío X es una sociedad internacional de sacerdotes católicos romanos tradicionalistas. Uno de los símbolos que esta Sociedad Sacerdotal ha tomado como bandera es la defensa de la misa tradicional de rito romano. Afirman que pretenden mantenerse fieles a la teología basada en el tomismo y la Tradición milenaria de la Iglesia frente a los errores modernos, el liberalismo y otras doctrinas anticatólicas, y cuestionan la autoridad del Romano Pontífice en la recepción de la doctrina del Concilio Vaticano II.
Este grupo ultraconservador fue fundado en los setenta por Marcel Lefebvre y desde hace años han ido manteniendo encuentros con el Vaticano mediante una comisión de diálogo, que no obstante no ha impedido que las diferencias entre la Sociedad y la Iglesia Católica persistan.
La hermandad Pío X tiene entre sus miembros al obispo Richard Williamson, quien el año pasado fue encarcelado a raíz de unas declaraciones que hizo el pasado 2008 en las que sostuvo que «en realidad no murió ningún judío en ninguna cámara de gas».