Según informaba hace escasos días The Time, la Iglesia ni Cristo compró el otoño del año pasado la pequeña ciudad de Scenic situada en Dakota del Sur, por unos 700.000 – 800.000 dólares; esta nueva adquisición se suma a las que ya viene realizando últimamente la Iglesia como recogíamos en una entrada anterior.

Mientras que la Iglesia de Manalo ha construido templos en Asia, Hawai y California, esta reciente compra de un pueblo entro es algo nuevo y no se sabe con claridad cuáles serán las intenciones de la Iglesia para este pueblo, que tiene una extensión de unos 43 acres de extensión, una pequeña oficina de correos, una tienda, un museo y una cárcel.

De acuerdo con el Rapid City Journal, las personas que realizaron la compra han firmado acuerdos de confidencialidad, aunque el agente de bienes Dave Olsen de Coldwell Banker manifestó en una entrevista que la Iglesia ha contratado guardias privados de seguridad y restaurará las comunicaciones telefónicas de la ciudad.

Una variedad de fuentes describen a la Iglesia ni Cristo como una secta, estimándose cerca de 2 millones de miembros tan sólo en Filipinas (de mayoría católica) y millones de seguidores alrededor del mundo según sus propias fuentes. Con sede en Quezon City, la ciudad más grande de la isla del sudeste asiático, la Iglesia fue fundada en 1914 por el ex católico Manalo Félix, y al fallecer éste, el liderazgo pasó a su hijo y ahora descansa en su nieto, el Ministro Eduardo Manalo.

La página web de la Iglesia indica que disponen de congregaciones en decenas de países y en 42 estados. En los Estados Unidos, la central se encuentra en Daly City (California), un suburbio de San Francisco; se estima que pueden existir unas 60 congregaciones repartidas por los Estados Unidos.

Según un informe de 2002 del Centro Filipino para el Periodismo de Investigación, «la Iglesia manda la estricta obediencia de sus miembros. Se vota en bloque y sus líderes se dejan seducir por los políticos ávidos de apoyo «. El informe describe los seguidores como insertos en un mundo apartado y la creencia que tan sólo aquellos que estén en la Iglesia serán «salvos». Aparte, diversas fuentes han indicado que los líderes de la Iglesia ni Cristo tienen intereses comerciales en empresas vinculadas al ámbito educativo, la comunicación, la industria manufacturera, la construcción y los servicios jurídicos. Disponen, asimismo, de su propia red de difusión de televisión.