De acuerdo con una reciente información publicada en Las Vegas Review Journal, y según los datos ofrecidos por la Utah Securities Fraud Task Force, en los últimos años los miembros de la iglesia mormona habrían esquilmado aproximadamente 1,4 billones de dólares en operaciones fraudulentas por afinidad.

Este tipo de operaciones fraudulentas «por afinidad» consisten en introducir al cliente potencial en esquemas multinivel o Ponzi a través de la confianza establecida previamente por ser miembros de la misma comunidad cultural o religiosa.

El «esquema Ponzi» (en honor al estafador italiano que en los años 20 se hizo célebre) es una operación fraudulenta de inversión, que implica el pago de prometedores beneficios o exagerados rendimientos; este tipo de estafa consiste en un proceso en el que las ganancias que obtienen los primeros inversores son generadas gracias al dinero aportado por los nuevos, que caen engañados por las promesas de obtener grandes beneficios. El sistema sólo funciona si crece la cantidad de nuevas víctimas, lo cual no deja de ser una forma sofisticada de pirámide económica.

El responsable del servicio de seguridad y fraudes de Utah indicó que en realidad este tipo de fraude no es estafa cualquiera, dado que implica a amistades y/o familia.

En el caso de la comunidad mormona, mediante el aprovechamiento de los vínculos de pertenencia a la iglesia mormona, se habrían estafado millones de dólares. Al parecer, hace años era más característico el acercarse a personas ancianas de la comunidad mormona, aunque en la actualidad se ha extendido más entre los jóvenes. La confianza que el miembro mormón ha depositado en sus compañeros o ancianos de la comunidad, le lleva a dar su consentimiento a operaciones de salud o cualquier otro ámbito que más tarde se revelan como fraudulentas.