De acuerdo con una nueva información abierta al público en los National Archives del Reino Unido, el gobierno laborista consideró durante los setenta a Scientology como una organización peligrosa que podía amenazar incluso el equilibrio político, por lo que muchos de sus miembros fueron investigados por el gobierno vigente en esos años.
Los documentos desclasificados hace escasos días, revelan que el gobierno llevó a cabo diversas reuniones para valorar estrategias de cara a frenar la extensión de Scientology en tierras inglesas. Alguno de los ministros del gobierno como Harold Wilson consideraban que la organización «infligía castigos brutales a sus seguidores, alejándoles radicalmente de sus familias».
Por su parte, los documentos hechos públicos indican también que el ministro Roy Jenkins convocó en 1975 una reunión política para ver de qué modo eliminar Scientology del Reino Unido. En esos años años, se promovieron medidas específicas para bloquear la extensión del grupo y se promovió que la policía conociera las actividades del grupo.
La correspondencia interna de esos años muestra igualmente que diversos miembros del gobierno consideraban que Scientology no tan sólo buscaba recaudar más dinero, sino que incluso era descrito como un «movimiento peligroso de nefasta reputación». Entre los documentos se encuentran referencias a diversos abusos en el seno de la organización tales como trabajos forzados durante horas sin descanso y en condiciones extremadamente duras. En un informe policial se menciona a Scientology como «una organización de tipo mafiosa».
La Iglesia de Scientology respondió a esta noticia reproducida por el Daily Mail con un mail de siete páginas de explicación junto con un documento adicional de cuarenta y cinco páginas en donde negaban cualquiera de estas imputaciones. A su vez, el portavoz de Scientology Graeme Wilson indicó que estos documentos «son una muestra del acoso gubernamental […] el gobierno del Reino Unido debe a la Iglesia de Scientology una excusa pública por este trato atroz a los miembros de nuestra Iglesia».