La rama holandesa de la Iglesia de Scientology ha perdido sus beneficios fiscales en Holanda y su reconocimiento de «institución de asistencia pública» tras una sentencia judicial emitida esta semana en La Haya.

Este fallo, según informan diversos medios holandeses, pone un final provisional a un proceso judicial que arrancó hace dos años en el Tribunal de Amsterdam. Por aquel entonces, el Tribunal dictaminó que la Iglesia de Scientology no revestía carácter comercial, considerando que “ofrecía sus cursos y terapias a los propios miembros de Scientology necesitados”.

Sin embargo, la Corte Suprema de Holanda cuestionó esta decisión a finales del año pasado, remarcando las cifras exorbitantes de sus cursos y pseudoterapias.

El Tribunal decidió finalmente que las ventas de la Iglesia de Scientology son excesivas, que sus cursos suponen un enorme coste económico y que sus “terapias de dianética” están orientadas a la obtención de ganancias económicas. Por estos motivos, el Tribunal de La Haya considera que Scientology no reuniría los requisitos para ser considerada una entidad religiosa de interés público y por tanto no podría beneficiarse de exenciones fiscales.

El Tribunal dictaminó que los cursos ofrecidos por Scientology son mucho más caros que las tasas medias escolares de instituciones educativas privadas. Según el Tribunal, Scientology buscaría de modo intencional beneficios económicos para engordar sus arcas, “habiendo obtenido ingresos económicos muy importantes como fruto de esta actividad claramente comercial”.

La Iglesia de Scientology todavía puede apelar contra esta decisión, pero aún no está claro si lo harán.

En su tónica habitual, un portavoz de la Iglesia afirmó que “se trata de un caso de discriminación religiosa”.