El fundador conservador de la Christian Broadcasting Network (CBN), Pat Robertson, dijo el pasado lunes que el budismo es «como una enfermedad» y que los cristianos «podrían verse infectados» si sus compañeros de trabajo lo practicaban.

Así lo afirmó durante el programa de televisión Club 700, en el que a raíz de una espectadora que llamó indicando que en su lugar de trabajo había muchos compañeros budistas, Robertson le contestó que «las personas sanas no contratarían a personas que pudieran suponer ni un contagio leve».

La espectadora le explicó que trabajaba «en un ambiente donde todos mis compañeros de trabajo son budistas. Hablan de budismo durante todo el día y me tratan de predicar. La verdad que hasta que antes de que me comprometiera nuevamente yo misma con Jesucristo, no importaba mucho que me hablaran de budismo, pero desde hace un año ha empezado a molestarme mucho».

De modo todavía más explícito, Robertson le respondió añadiendo que «si usted se pone en medio de la sala de un hospital donde todo el mundo tiene la enfermedad, tarde o temprano se verá infectada».

El telepredicador zanjó la cuestión con la siguiente recomendación: «si está en medio de cientos y cientos de personas que creen de esa manera, usted tiene una lucha cuesta arriba. Y creo que lo mejor que podría hacer en ese punto, es retirarse de su trabajo con dignidad. ¡Fuera de ese ambiente, ya que van a llegar a usted antes de llegar usted a ellos.»

Robertson ha sido protagonista en no pocas ocasiones de afirmaciones del estilo, al advertir por ejemplo a los creyentes sobre que algunas denominaciones protestantes «albergarían el espíritu del Anticristo», o que el hinduismo sería una creencia «demoníaca» o describir al islamismo como «satánico».

En el mismo programa de televisión mencionado, el pasado 2012 también dijo «haber recibido una revelación de dios por a que se le comunicaba el nombre de próximo presidente de los Estados Unidos», aunque añadió que tal información era secreta. Junto a su supuesto poder curativo, se le suponen a Robertson capacidades de predecir catástrofes futuras, como cuando predijo a finales de 1976 que en 1982 se acabaría el mundo.

En su libro New World Order, sostiene que judíos, masones y los illuminati estarían conspirando para lograr dominar el mundo. Hace unos años, a raíz del terremoto de Haití, también dijo que tal desastre era debido a un pacto firmado por los haitianos con el diablo desde su independencia.

La semana del 11 de septiembre de 2001, Robertson discutió los ataques terroristas con Jerry Falwell, otro conocido telepredicador estadounidense, quien dijo que «la ACLU debería asumir su culpa por estos ataques»; añadió que además «los paganos, los abortistas, las feministas, los gays y las lesbianas que tienen entre sus filas ayudaron a que sucedieran los ataques terroristas del 11 de septiembre». Robertson respondió: «Estoy totalmente de acuerdo.» Los dos telepredicadores fueron seriamente criticados por el presidente George W. Bush por su comentario, por los que Falwell posteriormente emitió una disculpa pública.