En el marco de un proceso de divorcio contencioso en Nueva Zelanda, en el que la madre es miembro de los Testigos de Jehová, el Tribunal Superior de Justicia del país ha emitido una sentencia en la que marca unas directrices claras sobre la posibilidad que la madre asista con sus hijos a las reuniones del Salón del Reino.
De este modo, la sentencia autoriza a los niños a asistir a los aniversarios, fiestas de Navidad y celebrar el Papá Noël, prohibiendo explícitamente que la madre lleve a sus hijos a las reuniones del grupo o que le acompañe en su predicación puerta a puerta. Además, cuando la madre deba asistir a las reuniones u otras actividades del movimiento, deberá entregar su hijo al padre para que esté al cargo del menor.
El texto establece, además, que la madre no podrá retirar al niño de las actividades extra escolares por motivos religiosos.
Sin embargo, la sentencia no establece limitación alguna sobre que la madre pueda hablar a sus hijos en su domicilio sobre las enseñanzas de los Testigos de Jehová, incluyendo la lectura y comentarios de la Biblia, la visualización de videos o la lectura de pasajes concretos de los textos de la organización.