El Tribunal Europeo de Derechos Humanos anunció ayer que examinará la reclamación presentada por los Testigos de Jehová contra el gobierno francés sobre la fiscalidad de las donaciones al movimiento. En su reclamación, el grupo alega una infracción de la libertad religiosa indicando que el gobierno francés intentó limitar sus actividades en 1998 al exigir de supuestos de una infracción del derecho a la libertad religiosa diciendo que el gobierno francés había tratado de reducir sus actividades imponiendo la obligatoriedad del cobro de los impuestos de los donativos de sus seguidores.

El grupo sostiene que esta medida del gobierno fue un intento de poner fin a la autonomía de las comunidades religiosas en su conjunto, mientras que el gobierno aclaró que de hecho tal medida no obedecía a motivo religioso alguno y que se ceñía a las mismas reglas aplicables a cualquier tipo de donativos.

En 1998, la reclamación del gobierno de los impuestos por donativos ascendía a los 45 millones de euros, aunque esta cantidad habría ascendido a los 57 millones de euros actualmente.

La demanda de 1998 fue de 45 millones de euros (61 millones de dólares) en el momento, pero esta cantidad se había alcanzado desde € 57,500,000, de acuerdo con Francia.