Recientemente, France Soir se hacía eco del proceso penal en marcha contra el fundador de la Universidad de la Relación y su pareja la artista Julie Baschet de 37 años, que también fue detenida en Jaca junto al fundador del grupo a su regreso de Costa Rica el pasado 25 de marzo de 2011.

Las acusaciones de las que se les imputa a ambos pasan por el abuso de menores y diversos delitos financieros. El actual proceso judicial partió de la denuncia de la violación de una chica de 14 años que participaba junto a sus padres en uno de los stages del gurú de 70 años Gabriel Loison. Julie Baschet se encuentra en la actualidad a disposición juicial, a la espera de ver si también estará sentada finalmente en el banquillo de los acusados.

Hija de padres diseñadores, la joven Baschet entra en la Escuela de Artes Decorativas de París en 1995 y como recuerda uno de sus amigos, «era una chica muy activa, ultracreativa». Una chica muy dotada según sus amistades, que a su salida de la Escuela empieza a dedicarse a la ilustración de cuentos infantiles.

Para los responsables de CAIMADES / Célula de Intervención en Materia de Derivas Sectarias, el caso de esta joven «es muy complicado…es lo que solemos llamar en lenguaje policial una víctima-actora». Según informan estos mismos responsables, «no está loca, es responsable entonces, pero desde el punto de vista que estuvo bajo la influencia del gurú, es posible que ello reduzca algo su responsabilidad». Aunque también indican que «ella no quiere que se le designe como víctima», reforzando así su adhesión incondicional al gurú. Según su abogado Benoît Rousseau «es una mujer que cree profundamente en las enseñanzas de Gabriel Loison«.

El encuentro entre Baschet y Loison se produce el paso año 2004. Cuando anuncia a sus amigos que quiere marcharse a Costa Rica a seguir los cursos de Gabriel Loison, éstos se alertan e intentan disuadirla, pese a que ellos mismos reconozcan que «Baschet era una mujer de una inteligencia destacada, profundamente organizada y capaz de un análisis muy fino capaz de desmontar una ideología». A partir de ese momento, Baschet se convierte «en una bomba sexual», entrando en una espiral de «viajes chamánicos» y «flirteos esotéricos», que terminarían llevándola a una relación con el Maestro y desembocando en su participación en los abusos a menores denunciados.