El pasado 27 de julio falleció Joshu Sasaki a la edad de 107, uno de los maestros zen más influyentes y carismáticos de los Estados Unidos, muy valorado por los estudiosos de las prácticas contemplativas y que contaba entre sus estudiantes al poeta Gary Snyder o Allen Ginsberg, o al mismo cantante canadiense, compositor y poeta Leonard Cohen. Durante sus más de cincuenta años dedicados a la difusión de las enseñanzas zen, formó a docenas de monjes que pasaron a expandir sus enseñanzas alrededor del mundo.

Joshu Sasaki nació en una familia de agricultores cerca de Sendai, en el norte de Japón, el 1 de abril de 1907, convirtiéndose en monje budista zen a los 14 años, pasando a ser educado en las tradiciones disciplinarias del siglo XIII de la escuela Rinzai. Después de siete años de estudio en Hokkaido, fue enviado a Myoshin-ji, el templo insignia de la rama Rinzai, en Kyoto, donde estudió durante otros 20 años. En respuesta a una solicitud de un grupo en los Estados Unidos, le enviaron a enseñar el budismo Zen a los estadounidenses.

Sasaki estaba entre muchos monjes que emigraron a los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial para difundir las enseñanzas del zen. Fue uno de los pocos maestros zen que para llevar a sus estudiantes hacia la iluminación les animaba a jornadas de 16 horas de meditación diarias o manifestaba actitudes abruptas con los koanes o en ocasiones golpeaba la cabeza de sus estudiantes con un palo, todo ello para inspirar el «satori», un despertar de la conciencia y de la naturaleza de la realidad.

Se estima que miles de personas acudieron a Sasaki en los años 50 y 60, en el comienzo de una oleada de interés de los Estados Unidos hacia la filosofía oriental. Después de abrir su centro Zen en Los Angeles, el Sr. Sasaki fundó un retiro Zen en 1971 en Mount Baldy en el condado de San Bernardino, California., Y otro en 1972 en Jemez Springs, Nuevo México.

Los numerosos monjes entrenados por el Sr. Sasaki han establecido unos 30 centros afiliados por los Estados Unidos y alrededor de Europa.

Sin embargo, desde el pasado 2012, aparecieron toda una ola de acusaciones de abusos sexuales a sus estudiantes. Numerosos ex alumnos comenzaron a expresar diversas quejas sobre el Sr. Sasaki, acusándolo de participar en temas sexuales con alumnas y monjas budistas, así como de molestar o coaccionar a otros cientos de personas a tener contacto sexual con él durante las sesiones de entrenamiento personal en su Rinzai-ji Zen Center de Los Angeles o en sus campamentos de retiro.

Las víctimas has descrito una atmósfera en los centros Zen vinculados a Sasaki, «basada en el secretismo, un sistema patriarcal y el sexismo, junto con la adoración cuasi-religiosa del maestro, quien puede fácilmente abusar de su estatus de poder». Los antiguos alumnos empezaron a manifestar que su maestro les aseguraba que mediante el contacto sexual con un maestro Zen, o «roshi», como él, podrían alcanzar nuevos niveles de «desapego», uno de los objetivos centrales del Zen; en el caso que se resistieran, empleaba la intimidación y las amenazas de expulsión de la escuela.

Un panel independiente de líderes budistas concluyó el pasado 2013 que las denuncias eran incuestionables. El informe describe cómo los estudiantes ya llevaban quejándose desde inicios de 1970 y que «los que optaron por hablar, fueron silenciados, exiliados, ridiculizados o castigados de otro modo». Algunas mujeres fueron a denunciar tales abusos ante las autoridades locales, otra incluso llegó a un centro especializado en violaciones, pero nunca llegaron a formalizarse cargos contra el Sr. Sasaki.

Sasaki se había retirado de la enseñanza de un año antes de que las acusaciones salieran a la luz. A pesar de que mantuvo su título como monje del Centro Zen Rinzai-ji hasta el pasado año 2013, nunca respondió públicamente a las acusaciones. Aunque, un grupo de sus altos cargos publicó una carta abierta de disculpas, admitiendo que habían sabido de su comportamiento y se habían hecho pocos esfuerzos para hacerle frente; «nuestros corazones no eran lo suficientemente firmes, nuestras mentes no estaban lo suficientemente claras», dice la carta.

Sin embargo, no todas sus partidarios coincidieron en la disculpa abierta. Algunos sostuvieron que las denuncias habían sido investigadas tan sólo superficialmente, a la vez que indicaban que en ningún momento se llegaron a formalizar cargos criminales en su contra. Otros argumentaron que, incluso si las acusaciones eran ciertas, el Sr. Sasaki nunca habría actuado engañosamente o con la intención de causar daño. Aún con todo, un par de centros afiliados a la escuela de Sasaki, decidieron cortar formalmente los lazos con él a raíz del escándalo de abusos sexuales.