Un jurado de la Corte Superior del Condado de Maricopa (Arizona, USA) encontró a la líder del Templo de la Diosa de Phoenix (USA), Tracy Elise, culpable de los 22 cargos criminales en su contra después de una breve deliberación el pasado miércoles. Esta sentencia llega cinco años después de la redada del Templo de la Diosa, en el que se detuvo a otras 17 personas, entre ellas Heidi Winemiller, Sandra Brown, Marilyn Hussey, Amanda Twitty, Jamie Baker, Theresa Eakin, Holly Alsop, Patricia Boyko, Dawn Colwell, Janet Craven o Alex Averill.

Tracy Elise fue encontrada culpable de diversos cargos, entre ellos, conspiración para cometer actividades ilegales, el control ilegal de una empresa, operar o mantener una casa de prostitución, así como múltiples cargos de lavado de dinero, proxenetismo o conspiración. Después de que el jurado leyó su veredicto el pasado miércoles por la tarde, Tracy Elise se quedó descompuesta: «Nunca pensé que iba a ser así», dijo poco antes de abrazarse a su hijo y pareja actual, para despedirse de ellos al ser arrestada y puesta bajo custodia.

La policía de Phoenix entró bajo orden judicial en el Templo de la Diosa el pasado 2011, después que un gran jurado encontrara culpables a varios miembros por cargos de manejo ilegal de la empresa, el mantenimiento de una casa de prostitución y recibir las ganancias de la prostitución. Antes de que el jurado emitiera sus conclusiones finales, Tracy Elise sacó objetos de su cesta de mimbre como conchas de mar, un sol con un espejo en el centro y un reloj de arena lleno de arena de color naranja, depositándolos encima de la mesa de la defensa, como esperando protección mágica de tales objetos. De poco le sirvieron, dado que el jurado la encontró culpable de los cargos mencionados.

En una entrada anterior relacionada con el Ashram Shambala, ya hablamos de las relaciones de alguno de sus miembros con El Templo de la Diosa de Phoenix. Este Templo empezó a operar fuera de una residencia en Scottsdale en 2008, antes de pasar a una nueva ubicación después de que los vecinos se quejaran y la policía realizara diversos investigaciones sobre las actividades de la iglesia. Así, en 2010, el templo se estableció en Phoenix, presentándose como un «templo neo-Tantra», ofreciendo servicios “de sanación», que incluían la gratificación sexual.

Ben Wade, hijo de Tracy Elise, parecía convencido que los actos sexuales del Templo estaban bien, argumentando que “tenemos libertad de religión…Para nosotros, para nuestra religión y nuestra creencia, el cuerpo es el Templo. El cuerpo es sagrado. Eso puede incluir los genitales”.

Sin embargo, la fiscalía considera que aún cuando tales actos sexuales hubieran sido de naturaleza espiritual, “lo que finalmente se intercambiaba era dinero fruto de tales sesiones, realizándose una tarea sobre la base de la prostitución”. Por su parte, Tracy Elise sostuvo que tal dinero “eran donaciones”; donaciones que en la mayoría de los casos, oscilaban entre los 200-600 dólares. En este sentido, el fiscal fue bien claro: “eso no eran donaciones…ya que tales donaciones provenían de una manipulación previa del sistema y las personas”.

Si bien en su acta testimonial anterior, Tracy Elise había sostenido que las diosas no realizaban ninguna actividad en contra de su voluntad, en esta última vista en los juzgados indicó que “si una diosa no quería hacer el trabajo, pues habría otra dispuesta a continuar el trabajo de sanación”. Así, el fiscal mostró al jurado un powerpoint en donde con toda claridad se listaba a las “diosas” del centro, con los servicios sexuales que estaban dispuestas a ofrecer.

Y es que el Templo de la Diosa, que pretende ofrecer “toques sanadores” a clientes sexualmente dañados o marginados no parece ser nada más que un burdel New Age. Tracy Elise dice que el templo no es un burdel sino una iglesia, y que los servicios ofrecidos son “rituales religiosos para enriquecer la vida de las personas”. Aunque las mujeres del Templo llevan nombres como Magdalena, Shakti o Devima, así como una alta sacerdotisa llamada Gitana o una rubia alta llamada Leila, que incluso anuncia sus medidas en su página en el sitio web del Templo (36-26-37), que incluye galerías de fotos de cada una de las diosas del Templo.

Las mujeres del Templo tienen clientes en su mayoría masculinos, mientras que Wayne Clayton (uno de los pocos practicantes hombre del Templo) trabaja principalmente con las mujeres, en particular víctimas de abuso sexual. Su trabajo de «curación» incluye la exploración de “los puntos de energía” localizados dentro de las vaginas y el ano. Por su parte, las diosas practican técnicas que incluyen tocar los genitales como «ofrenda religiosa» a cambio de dinero (“el masaje de la próstata”), que generalmente oscila entre los 204 – 650 dólares, anunciándose en los periódicos locales en la sección de contactos. Clayton no tiene ninguna licencia o certificación en psicología, pero dice que ofrece «un enfoque alternativo para la solución de algunos de los problemas tratados en terapia sexual». De hecho, nadie en el Templo tiene capacitación para realizar ninguna modalidad de terapia sexual.

El Templo de la Diosa se parece externmente a un complejo de la New Age. Los pasillos están pintados de un tono de cobre terroso y adornados con pinturas del artista Paul LaWrence Curtis que representan a mujeres con poca ropa jugando con fuego; estatuas y fuentes adornan las esquinas. Hay dos plantas y ocho habitaciones llamadas «cámaras de transformación», cada una decorada con un tema diferente, incluyendo la «sala judeocristiana» (todo blanco con pinturas de Jesús), la «habitación de Egipto» (negro y oro) y una azul “(cámara de agua”) con una gran bañera. Cada habitación incluye una mesa de masaje (que ellos llaman un «altar de la luz»), así como una cama (llamado el «gran altar»). Hay un eufemismo para todo en el Templo. No hay sexo, sólo «unión sagrada». No hay masturbación, sólo «toque tántrico». Se acepta no pagar, pero se espera que haya «donaciones» (de unos 200 dólares por estar una hora con una diosa o 600 dólares por estar una hora con dos diosas). No hay prostitutas, sólo «diosas». Ellos no trabajan con el pene, sino con las «varitas de luz”.

Aunque la tradición del trabajo sexual / espiritual ya arranca desde la antigua Babilonia, en los Estados Unidos, los Templos de la Diosa enraizados en las tradiciones espirituales femeninas comenzaron a aparecer a principios del milenio actual, sin ofrecer sexo. Así, fueron apareciendo el Templo de la Diosa del Condado de Orange, el Templo de la Diosa de Chico en California, el Templo de la Diosa en Asheville (Carolina del Norte), el Templo de la Diosa de Michigan y el Templo de Sedona. Los tres templos de Seattle fueron allanados hace años bajo sospecha de funcionar como burdeles; y, de hecho, los tres estaban en manos de una mujer llamada Vivian Ellis, que cambió su nombre por el de Amor del Arco Iris. De acuerdo con el sitio web de Amor, ella fue “tutelada” por Tracy Elise durante cinco años.

Tracy Elise, de 50 años, afirma que ha tenido relaciones sexuales con más de un millar de personas y tuvo hasta 80 orgasmos en un mes. Su “transformación” en la Madre del Templo de la Diosa comenzó en Alaska en 1995, cuando ella experimentó su «iluminación» (el «despertar de la kundalini») en el transcurso de una relación extra matrimonial, “encontré un nuevo camino, uno en el que podía manifestar mi diosa interior”. Se divorció, trasladándose a Washington, donde trabajó en una sala de masajes, para más tarde, empezar a trabajar en el Templo de Tantra de Seattle durante seis años. El Templo de la Diosa de Phoenix empezó su andadura en la primavera de 2008, en una residencia de Scottsdale, cerca de la calle 68 y Exeter Boulevard. Desde febrero de 2009, la policía de Scottsdale ya disponía de diversas quejas de los vecinos.

Por su parte, el «terapeuta» Wayne Clayton se trasladó desde Chicago con su esposa para convertirse en director del nuevo Centro de Aprendizaje del Templo, la Escuela de 1 (su esposa es el administrador de la escuela). Impartía cursos tales como «La reactivación de células madre» o “El toque de las nalgas como una modalidad de curación.» Clayton se ha especializado en «buscadores» que han sido objeto de abusos sexuales y las personas que sufren de enfermedades como el cáncer, la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson. Dice que intentó por primera vez estas técnicas después de sobrevivir a años de abuso sexual a manos de su padre. Intentó psicoterapia, pero nada de eso funcionó para él, por lo que empezó a buscar en cosas como la acupuntura, el masaje o el chamanismo. Pero algunas de las afirmaciones de Clayton van mucho más allá de “las terapias”. Dice que uno de sus clientes en Chicago perdió un pecho debido al cáncer y que después de varias sesiones de sanación con él le volvió a crecer el pecho. U otra mujer en Chicago, con cáncer de cuello uterino y una posterior histerectomía, aumentó sus órganos femeninos de nuevo a través del trabajo de energía … y con el tiempo ¡dio a luz a hijos!.

Para que ustedes se hagan mejor a la idea de en qué consisten las “sesiones de terapia sexual” del Templo de Phoenix, les presento un fragmento de “sesión sexual” recogido por el Phoenix Times: “La clienta está desnuda tendida sobre el regazo de Wayne Clayton …mientras grita «eres un mentiroso y un pervertido». Esta es la parte de rol de una de las sesiones de curación del «trauma». Finge ser una figura masculina abusiva de su pasado. La mujer tiene 40 años de edad, dice que fue abusada sexualmente por su padrastro y su abuelo…la clienta ha estado teniendo sesiones semanales con Clayton durante los últimos tres meses. Cada sesión dura de dos a tres horas. La sesión comienza con 10 a 15 minutos de hablar antes de pasar al rol… “¡Soy tu padre! ¡Ten respeto!» grita el terapeuta mientras golpea las nalgas de la clienta… luego cambian los papeles… Ella huele el culo del terapeuta con las dos manos en varias ocasiones… “Tengo 2 años de edad y está frotando su pene en mí!» … el terapeuta le responde “estoy haciendo lo que es mejor para usted”… Después de la actuación de papeles, se necesita un tiempo para que la clienta se calme se hacen unos ejercicios de respiración profunda con ella para ”aislar la energía”… El terapeuta pregunta entonces a la clienta si está lista para pasar a la parte de «liberación» de la sesión. Ella dice que está con el periodo, pero el terapeuta dice que está bien y le pide que se acueste y se quite el tampón … se pone un guante de látex, la pone en su mano derecha, y le agarra la botella de lubricante con el otro. «¿Puedo entrar?”…la clienta asiente con la cabeza, y Clayton inserta dos dedos en su vagina. «Está bien, primero voy a tierra con su energía. Quiero que piensen en la liberación física que estás pasando, y cómo va a ayudar a la liberación emocional”… el terapeuta empuja los dedos un poco más y dice: «Ahora vamos a tender un puente – sentir la sensación … ¿Siente la quema? Estoy empujando en la uretra? …”.

La fecha de la sentencia de Tracy Elise ha quedado fijada para el 8 de abril, enfrentándose a varios años de prisión. Ella continúa sosteniendo que no es una prostituta, sino una sacerdotisa. Por su parte, el hijo de Elise ha afirmado que no son más que víctimas de una situación en la que no se reconoce que la iluminación espiritual puede derivar de diversas vías, incluyéndose la sexual.