En el último episodio de los Simpson, la familia tiene la misión de ir a Israel para ayudar a un amigo de su vecino Flanders. En el transcurso del episodio, Homer empieza a mostrar delusiones y empieza a creerse un «escogido» para la tarea de reunir a cristianos, judíos y musulmanes. Homer es diagnosticado de síndrome de Jerusalén y se denomina a si mismo «mesías» y crea una nueva religión.
Ya en un capítulo previo los Simpson entraban en una secta, pero en esta ocasión Homer desarrolla una patología que conocen bien en el Kfar Shaul Mental Health Center de Jerusalén, una sintomatología que se observa predominantemente entre los turistas y que con un rápido desarrollo de un par de meses pueden desarrollar un cuadro delusivo por el que se creen figuras bíblicas.
De acuerdo con un estudio publicado ya hace unos años por clínicos de ese mismo hospital, en los últimos veinticinco años han podido atender a más de 450 casos. A grandes rasgos, se habla de dos grandes grupos de pacientes.
Por un lado, los «casos puros» en los que un turista desarrolla ese cuadro y cambia incluso su manera de vestir (vistiendo de blanco, con andrajos, etc.); se produce una intensa ruptura con la realidad, aparece un impulso a separarse de la familia o del grupo de turistas, desarrollan una obsesión progresiva con la limpieza , pasan muchas horas rezando o acudiendo a lugares sagrados. La procedencia de la mayoría de este grupo de pacientes es cristiana, protestante, de medios rurales, no han viajado mucho y están en sus cuarenta.
El segundo gran grupo de este tipo de descompensaciones psicóticas es el «caso sobreimpuesto» que se corresponde con pacientes con un historial de psicosis previa y que se decompensan en su visita a Jerusalén.
Entre los casos de mayor gravedad citan al de un cristiano fundamentalista que su viaje a Jerusalén prendió fuego a una mezquita de la parte antigua de la ciudad; de acuerdo a lo que testificó en su detención, sentía que debía quemar la mezquita para reconstruir el antiguo templo de cara al regreso de Jesús.
Los autores de este estudio hipotetizan que probablemente también David Koresh, líder de Rama Davidiana, pudiera haber sufrido una descompensación psicótica similar tras su visita a Jerusalén.
Asimismo, indican que este tipo de reacciones psicóticas no son únicas en Jerusalén, citando el ejemplo del llamado síndrome Stendhal. Este cuadro fue descrito por una psiquiatra italiana, Graziella Magherini, quien a finales de los setenta refirió más de cien casos de cuadros psicóticos breves entre turistas de Florencia atendidos en el Hospital Santa maria Nuova. En esencia, se trata de una respuesta psicosomática global que se acompaña de un taquicardias, sensaciones de vértigo e incluso alucinaciones visuales cuando se ha producido un exceso de exposición artística.