La Misión Interministerial de Vigilancia y Lucha contra las Derivas Sectarias (MIVILUDES), establecida por decreto presidencial del 28 de noviembre de 2002, pasará a formar parte del Ministerio del Interior a partir de enero de 2020, lo que en la práctica significa que dejará de funcionar como misión interministerial y que quedará diluida en otras áreas. Al parecer, y según recogen tanto Libération como France Inter, uno de los escenarios posibles en donde quedarían fusionados sería dentro del Comité Interministerial para la Prevención de la Delincuencia y la Radicalización (CIPDR).
Por su parte, el portavoz del Ministerio del Interior de Francia insiste en que no se trata de una desaparición, sino de una «modernización administrativa». Y que tal fusión con la Secretaría General del Comité Interministerial para la Prevención de la Delincuencia y la Radicalización (SG CIPDR) se enmarcaría dentro de las propuestas que ya se lanzaron el pasado mayo de 2017 a propósito del trabajo del Tribunal de Finanzas que remarcó las fragilidades de la MIVILUDES, bajo la idea de que «los campos de intervención de estas dos organizaciones no se superponen por completo, pero tienen en común la lucha contra las nuevas formas de radicalismo y ciertos fenómenos de influencia». Aunque, al mismo tiempo, esta decisión se produce en un contexto en el que se han evidenciado las afinidades tanto del secretario general del gobierno Marc Guillaume como de la antigua ministra de cultura Françoise Nyssen con la Antroposofía, un movimiento que obligó de hecho a la MIVILUDES a rectificar uno de sus informes parlamentarios sobre movimientos sectarios. Movimiento que, además, demandó por difamación a Gregoire Perra, un antiguo alumno de las escuelas Waldorf. Pese a la presión judicial derivada de tres demandas en su contra por las que se reclamaban unos 94.000€ por daños y perjuicios, el pasado mes de julio el Tribunal Penal de Estrasburgo le absolvió de todo posible cargo, indicando además que la tarea de informar sobre la Antroposofía no fue realizada con mala fe.
Junto a todo ello, y desde hace mucho tiempo, el foco de atención de las autoridades públicas ha ido virando hacia la lucha contra el islamismo radical, que ha pasado a centrar la atención de los servicios de inteligencia y la propia judicatura. Además, el presupuesto asignado a la MIVILUDES fue en descenso con el paso de los años, lo que revirtió colateralmente en una menor financiación de asociaciones de información sobre sectas en Francia, desembocando en una situación en la cual la MIVILUDES lleva meses sin un presidente electo para reemplazar a Serge Blisko. Al mismo tiempo, los tiempos han cambiado, aparecen nuevas formas de expresión por parte de las sectas y el desarrollo de discursos sectarios se desliza hacia otros terrenos.
Hay que aclarar que MIVILUDES es un organismo que no tiene funciones policiales, sino que realiza una acción de observación y análisis del fenómeno sectario, coordinando la acción preventiva y represiva de las autoridades públicas contra los excesos sectarios, al mismo tiempo que ha centrado sus esfuerzos en la formación de sus agentes y en la diseminación de información a la ciudadanía para advertir sobre los riesgos asociados a las sectas. Durante sus 17 años de existencia, ha publicado principalmente informes anuales detallados sobre riesgos sectarios (incluida su relación con Internet, movimientos apocalípticos en 2012, desviaciones en la formación profesional, cómo las sectas se dirigen a menores, etc.) y luchó largamente con Scientology, «nuestro oponente más duro», como dijo una vez su ex presidente Serge Blisko. Y es que, a pesar de la relativa benevolencia de las autoridades públicas, Scientology todavía enfrenta varias demandas en Francia. Desde agosto de 2015, se arrastra una investigación judicial por «acoso moral» y «abuso de debilidad», después de una queja de los empleados de la empresa de construcción Arcadia, por la que se denunciaba que miembros de Scientology desviaron fondos e impusieron métodos de gestión humillantes basados en las enseñanzas pseudoespirituales del fundador Ron Hubbard. También se está llevando a cabo una investigación contra dos estructuras de Scientology en el caso del Instituto Aubert, una escuela en Vincennes denunciada por impartir enseñanzas de Scientology a los niños sin el conocimiento y autorización de sus padres. Es más, Scientology podría incluso haber sido prohibida en 2013, después de la condena final de sus dos asociaciones principales por «fraude organizado», «acoso agravado», «extorsión» y «práctica ilegal de medicina». Pero, debido a una modificación del Código Civil francés hace tres años, el artículo de ley que permitía disolver una asociación declarada culpable de tales agravios, ha desaparecido de la ley francesa.
La noticia del cambio en la MIVILUDES es de esta misma semana y de acuerdo con un portavoz de la misma MIVILUDES, acatarán los cambios en tanto funcionarios públicos, si bien se lamentan que todo el conocimiento adquirido -especialmente las derivas sectarias en el ámbito de la salud- corre el riesgo de quedar no sólo diluido sino directamente ignorado, porque la fusión con la unidad de radicalización comportará otras prioridades. En palabras del mismo George Fenech, antiguo presidente de la MIVILUDES, «migrar una misión interministerial dentro del Ministerio del Interior, es firmar su muerte».