Un reciente reportaje de Mise au Point emitido por la RTS de Suiza, ha abordado la experiencia de antiguos practicantes del Método Grinberg, un método de masajes creado por un israelí «para aprender a estar bien». Los ex miembros de esta organización la describen como un grupo con derivas sectarias, a la vez que señalan su estructura piramidal y dominada por «Avi Grinberg», el gurú de la organización.

Según sus practicantes, «mediante el uso del tacto, la respiración, el movimiento y ejercicios diversos, además de técnicas que desarrollan nuestra capacidad para prestar atención, nos enseña a reconocer comportamientos repetitivos que nos limitan y tener control sobre los síntomas de desequilibrio que experimentamos en nuestras vidas. Nos ofrece la posibilidad de ir más allá de estas limitaciones, encaminarnos hacia lo que queremos y realizar un cambio real que se expresa claramente en nuestras vidas y nuestros cuerpos».

Danièle Muller, presidente de la ASDFI, no duda en señalar «la terapia» propuesta por Grinberg como una deriva sectaria, comparándola al funcionamiento de otros movimientos sectarios. Por su parte, Marie-France, una antigua practicante, remarca el cuidado a tener con este procedimiento, porque el contacto a través con el masaje puede ser utilizado con fines manipuladores. Denuncia el desvarío sectario de su fundador, aparte de la obediencia ciega exigida al mismo. A través de documentos internos, revela cómo a los profesores se les pide que trabajen para el grupo dando al menos el 20% de sus ingresos totales a la organización (en concepto de «royalties»).

Otros ex miembros del movimiento denuncian igualmente cómo las progresivas tareas y el mensaje del gurú va en la dirección de un mayor distanciamiento o clara ruptura con la familia de origen. En el reportaje, participa también Catherine, la antigua número 4 del movimiento, encargada de supervisar el funcionamiento de toda la pirámide (clientes, estudiantes, practicantes, formadores, profesores, supervisores y Avi Grinberg a la cabeza).

Los antiguos practicantes denuncian igualmente los abusos que han observado con la excusa de los masajes, desde la supuesta recuperación de recuerdos olvidados del pasado traumáticos hasta abusos sexuales en el marco de la consulta de masaje.

Estos antiguos estudiantes no dudan en calificar a la persona de Avi Grinberg como «sociópata» y «necesitada de ayuda psiquiátrica».

Aunque los periodistas se pusieron en contacto con Avi Grinberg para participar el reportaje, la única respuesta que recibieron fue de los abogados, quienes negaron la participación.

Una psiquiatra especializada en la ayuda a personas afectadas por sectas destructivas de Genève, Franceline James, ha indicado que en su experiencia la pertenencia a este movimiento tiende a limitar progresivamente el espacio personal de sus practicantes, perdiendo toda subjetividad en beneficio de su adhesión ciega al grupo.

En nuestro país, ya hace unos cuantos años que funcionan y diversos ex miembros refieren exactamente los mismos aspectos que pueden verse en este reportaje.

El líder del Método Grinberg, «Avi», reside en la actualidad en la zona de Oliva (Valencia).