De acuerdo con un reciente estudio titulado «Encuesta sobre la Religión, los Valores y el Cambio Climático», realizada por el Public Religion Research Institute (PRRI) y administrada a unos 3.000 estadounidenses, alrededor del 77% de protestantes evangélicos caucásicos piensan que el actual cambio climático y la gravedad de los desastres naturales es de naturaleza apocalíptica y están convencidos que tales situaciones vienen a confirmar las predicciones bíblicas del Armagedón, mientras que los restantes encuestados lo atribuyeron más bien a la acción del hombre sobre la Tierra.

Por otra parte, entre el conjunto de los encuestados, aproximadamente un 69% de los estadounidenses está de acuerdo que el cambio climático es un problema real que debería ser abordado, pero no lo consideran más importante que el desempleo, la sanidad, el déficit presupuestario, la reforma de inmigración o los elevados costes de la educación.

Si bien la mayoría de los estadounidenses encuestados nunca escucharon hablar en los servicios religiosos a los que asisten sobre temas vinculados al calentamiento global o el cambio climático, unos pocos afirmaron que sus líderes religiosos hablaban de ello de vez en cuando.

El responsable de la encuesta, Robert Jones, ha indicado que «los protestantes evangélicos caucásicos se desmarcan de otros grupos religiosos en su voluntad de aceptar las explicaciones teológicas en lugar de aquellas otras de carácter científico acerca de la gravedad de los actuales desastres naturales y del cambio climático, a la vez que son bastante más escépticos en cuanto al papel directo del hombre sobre el aumento del calentamiento global del planeta».

En la misma encuesta apreció también el dato relativo a que el 53% de los estadounidenses no están de acuerdo en que Dios intervendría si el hombre destruyera la Tierra a través de sus actividades, mientras que el 39% afirmaron que Dios actuaría para salvar al mundo si el hombre intenta destruir la Tierra a través de sus actividades.