Lo que debería haber sido una experiencia terapéutico-psicodélica, terminó en desastre a inicios de septiembre del presente año en Handeloh (Hamburgo), en donde prácticamente unas 30 personas estuvieron en riesgo mortal para su vida.

Los responsables del centro en donde se celebraba el funesto encuentro, todavía están atónitos ante lo sucedido, «ya que conocíamos a la gente del grupo, llevaban tiempo haciendo cursos aquí…eran naturópatas, homeópatas, médicos y psicólogos…nuestras instalaciones se alquilan por mucha gente para el bienestar y la relajación, pero no sabíamos que utilizaban drogas».

Resulta difícil imaginar qué escenas debieron presenciarse en el seminario del pasado 4 de septiembre, cuando los participantes fueron trasladados a hospitales con delirios, convulsiones, dificultades respiratorias y palpitaciones.

«La así llamada terapia psicodélica, no tiene nada que ver con la psicoterapia» dice el Dr. Iris Hauth, presidente de la Sociedad Alemana de Neurología y Psiquiatría Psicosomática (DGPPN). Y añade: «Si alguien emplea este tipo de drogas ilegales para tal propósito, entonces eso es un delito penal. Además, se abren las puertas para un abuso de poder».

Lo que parecía un simple incidente aislado, ha quedado vinculado en estas última semanas a prácticas sectarias. De acuerdo con la información ofrecida por la Agencia Alemana de Prensa, los organizadores del evento son un médico alternativo y un psicólogo, discípulos del terapeuta Samuel Widmer, quien desde hace años atiende a pacientes y forma a «terapeutas» para desarrollar diversos talleres espirituales de meditación y tantra sexual.

Samuel Widmer y su esposa Danièle Nicolet han concentrado su actividad en estos últimos años en torno a la comunidad «Flor de Cerezo» que han formado sobre la base de sus prácticas y que en la actualidad cuenta con cerca de 80 adultos y 55 niños viviendo en su interior. Widmer vive con dos mujeres y tienen once hijos. En su «comunidad terapéutica» disfruta del rango de gurú, de acuerdo con diversos informes de abandonos por parte de ex estudiantes.

En un reportaje televisivo de la cadena alemana ARD, Widmer fue acusado tras una investigación encubierta de la administración a un paciente de mescalina y MDMA, situándolo como un charlatán que utiliza sustancias alucinógenas bajo pretextos pretendidamente terapéuticos, a la vez que se le responsabilizó de algunas muertes de algunos de sus seguidores practicantes de sus métodos.

De hecho, el Tages-Anzeiger informó en marzo de 2015 de una investigación iniciada por la policía suiza contra Widmer debido al empleo de drogas duras en sus talleres. Ya en 2009 se produjo en una sesión de terapia con él síntomas graves de intoxicación entre los participantes.

Lars Nickelsen, portavoz de la policía local, ha indicado que todavía están determinando si el empleo de la droga fue consciente y voluntario o no en el incidente de Handeloh; asimismo, han añadido que investigan también si los menores de edad presentes en el encuentro pudieran haber tomado alguna sustancia alucinógena.