La congresista republicana de los Estados Unidos Betty McCollum ha solicitado que se inicie una investigación gubernamental sobre Planet Aid, después de conocerse que los EE.UU. habrían asignado más de 133 millones de dólares en fondos de ayuda externa a la organización con sede en Maryland, pese a las evidencias que indican que Planet Aid estaría controlada por una organización sectaria y que estaría haciendo un uso fraudulento del dinero asignado.
La congresista ha enviado una solicitud en firme al Inspector General del Departamento de Agricultura (USDA) -que fue quien asignó el dinero – y a la Oficina de Responsabilidad del Gobierno, exigiendo que se ponga en marcha una investigación inmediatamente. En palabras del la congresista, «los recientes informes de Centro de Periodismo de Investigación (Reveal)… sugieren que Planet Aid y diversas entidades asociadas, habrían participado en un» juego de trileros» con fondos del gobierno de Estados Unidos».
En marzo de este año, Reveal empezó desvelando a través de un programa de radio, la conexión entre Planet Aid y el Grupo de Profesores de TVIND, una conocida secta danesa que tiene docenas de entidades humanitarias repartidas por todo el mundo (en nuestro país, especialmente Humana) y que ha sido descrita como «una máquina de hacer dinero». Las entidades ligadas a TVIND son numerosas, puede consultar un listado en este enlace. La investigación, que continuó con una historia texto publicado en mayo, trazó las líneas de conexión en la financiación entre el Servicio Exterior de Agricultura con los programas contra la pobreza en Malawi y, en un proyecto agrícola local, encontrando poca evidencia que el dinero se hubiera gastado correctamente.
El Grupo de Profesores también gestiona otras empresas con fines de lucro, a la vez que una red financiera. Su líder dijo en alguna ocasión que esta red fue creada para «establecer una ruta de acceso trenzado, con sólo nosotros mismos como brújula». Ese líder, Mogens Amdi Petersen, está en búsqueda y captura por la Interpol junto con cuatro de sus principales asociados, acusados de fraude y evasión de impuestos, según los fiscales daneses, a través de toda una red de falsas organizaciones . En estos momentos, Petersen se encuentra en México.
De acuerdo con Carsten Ringsmose, Walther Juul Hansen y Eva Kock Sørensen -tres de los primeros miembros de la comuna antinuclear en donde aparecería Petersen en los sesenta-, «se consideraba a si mismo un revolucionario, el líder de un movimiento que se llevaría a cabo en Dinamarca, o incluso la totalidad de Europa Occidental…escribió cartas de camarada a Mao, así como al líder cubano Fidel Castro. Se sentía, creo, a la misma altura que Fidel Castro o Mao Zedong «. Steen Thomsen, miembro del Grupo de Maestros entre 1977-1998, cuando renunció, escribió una carta al Ministerio de Educación danés diciendo: «lo que por muchos años consideré como una organización de mantenimiento de la paz, trabajando para los oprimidos y pobres, ha resultado ser una secta».
Antiguos y actuales miembros del Grupo de Profesores en África afirman que fueron obligados a entregar una parte muy significativa de sus sueldos a una cuenta bancaria controlada por sus supervisores, miembros del Grupo de Profesores. Al mismo tiempo, se pagaron numerosos «gastos dudosos» para proyectos de ayuda financiados por los Estados Unidos y controlados por el Grupo de Profesores. Diversos contables y administradores que trabajan en esos proyectos, indicaron que estas facturas fueron hechas fraudulentamente para encubrir obras de caridad que en realidad nunca se realizaron.
Los agricultores empobrecidos en Malawi -que son los que se supone que iban a beneficiarse de tales ayudas-, también indicaron que nunca llegaron a recibir las bombas de agua, los fertilizantes o los animales de granja que había prometido Planet Aid. Esos proyectos están encauzados a través a través una entidad ligada a Planet Aid, la Development Aid from People to People Malawi (DAPP Malawi), también controlada por el Grupo de Profesores.
Tras la publicación de toda esta información, UNICEF sondeó los programas que la DAPP Malawi estaba apoyando y, en julio de este mismo año, se frenó la financiación de esos proyectos y se puso en marcha una investigación más profunda. En agosto, la BBC se asoció con Reveal para documentar el mal uso de los fondos de ayuda exterior británica por DAPP Malawi. Inmediatamente después de la emisión, el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido también suspendió la financiación y anunció que investigaría las acusaciones.
McCollum citó esas acciones en su carta, señalando que, por el contrario, «hasta la fecha, el USDA no ha tomado medidas similares». Por su parte, el USDA ha respondido a las preguntas de los medios sobre su relación con Planet Aid y entidades afiliadas, indicando que las auditorías y las visitas anuales «no han evidenciado mala conducta por parte de Planet Aid o sus subcontratistas».
Sin embargo, McCollum citó las pruebas de Reveal que muestran que la supervisión del USDA se habría visto socavada por Planet Aid y el Grupo de Profesores en África, ya que «los informes de prensa indican que los auditores que visitan los proyectos, guiaron la visita a las granjas de aldea Potemkin, que parecía próspera, pero era simplemente para mostrar una cara…teniendo en cuenta la sofisticación del Grupo de Profesores, es plausible que a los auditores del USDA no se les ha dado el acceso que necesitan para investigar a fondo el rendimiento de Planet Aid y entidades afiliadas».
Planet Aid emitió un comunicado a la NBC News Washington, afirmando que «el dinero que recibe Planet Aid de donaciones particulares y de las subvenciones del gobierno de Estados Unidos está en todo momento en conformidad con los acuerdos, y como se informó, es destinado al trabajo para el desarrollo en todo el mundo.»
Una portavoz del USDA afirmó también que los propios inspectores de la agencia no encontraron «temas importantes». Aunque el mismo portavoz añadió que el Servicio Exterior de Agricultura «no tiene la autoridad o los medios, para llevar a cabo investigaciones acerca de las personas que trabajan para las organizaciones de voluntarios (privados) y que reciben fondos del programa».
Kris Alonge, un informante de Kansas que a partir de 2008 trató de convencer a los funcionarios del USDA que Planet Aid estaba defraudando al Gobierno, llevó a cabo múltiples solicitudes al amparo de la Ley de Libertad de Información, escribiendo cartas a funcionarios del USDA, reuniéndose con agentes del FBI y presentando quejas al IRS. No obstante, las ayudas del Departamento de Agricultura a Planet Aid han continuado asignándose año tras año hasta la fecha. En declaraciones ante diversos medios norteamericanos, Alonge dijo «estar encantado que alguien preste atención a este tema. Ella está diciendo lo mismo que yo he estado diciendo desde hace ocho años. Para mí, es evidente que este grupo roba, que lava el dinero y que en definitiva se quedan el dinero para ellos».
El primer ministro de Dinamarca, Lars Løkke Rasmussen pidió a principios de este año al presidente de México, Enrique Peña Nieto, que rechazaran la solicitud de Petersen para obtener la residencia mexicana «por razones humanitarias». Convertirse en residente le permitiría evitar la extradición. Peña Nieto dijo en una rueda de prensa de abril que su país no ha aceptado la solicitud de Petersen, negando que hubiera podido pagar dinero a policías mexicanos para evitar su extradición o que se le hubiera otorgado una VISA para cuidar de salud en México.