Roz Prober, co-fundador de una línea nacional de información y ayuda a los niños en riesgo de explotación sexual, informó el pasado miércoles que tienen información concerniente a que la comunidad de las Doce Tribus de Winnipeg (Canadá) habría acogido en su comunidad a una persona con antecedentes de abuso sexual a menores de edad.

El caso salió a la luz cuando Jo Hawkins – cuya exesposa se había vinculado a las Doce Tribus – supo que el grupo practicaba el castigo corporal como medida educativa de los niños. Pero su preocupación aumentó cuando se enteró que las Doce Tribus albergaban en su comunidad a una persona que había sido condenada previamente por posesión de material pornográfico con niños. Según la información disponible publicada en diversos medios canadienses, el hombre que fue condenado por posesión de pornografía infantil se unió a la rama de las Doce Tribus de Winnipeg en 2013, poco después de su puesta en libertad de una prisión de Colombia Británica.

Tras su liberación el pasado año 2013, se le ordenó no estar cerca de los niños durante tres años.También se le ordenó registrarse en las listas de la Ley de Registro de Información de Delincuentes Sexuales, como un medio de hacer el seguimiento de los delincuentes condenados.

Esa evidencia surgió en unos juzgados, a raíz de una demanda el pasado 2014 por la custodia de un menor, con declaraciones juradas de testigos que dijeron que vieron al hombre interactuar con los niños en las Doce Tribus. En las mismas declaraciones, constaba igualmente que conocían que al salir de la cárcel, su propósito era entrar en la comunidad. En el mencionado juicio, se escucharon también a testigos que indicaron que efectivamente en la comunidad se aplicaban castigos corporales a los niños como medida correctiva.

En respuesta a tales evidencias, un portavoz de las Doce Tribus contestó con otra declaración jurada en la que se reconocía que efectivamente esta persona había entrado en la comunidad, aunque según esta declaración viviría en un lugar diferente de los niños; su abogado también aseguró que los niños no estaban en riesgo.

En cualquier caso, la información presentada por Hawkins durante el juicio por la custodia en junio pasado, favoreció una sentencia por la cual la exesposa de Hawkins no podría llevar a su hijo a la comunidad de las Doce Tribus, en donde se estima que pueden estar viviendo en la actualidad unos 30 niños.

Un portavoz de los tribunales dijo al canal canadiense CBC, que los juzgados no reportaron la información a las autoridades policiales «en tanto que consideraron que se basaba en rumores y no en evidencias legales». Si bien la ley dicta que cualquier persona que sospeche un posible abuso infantil está obligado a informar a las autoridades, en este caso, los funcionarios de justicia dijeron que no tenían la certeza absoluta. No obstante, este argumento no convence al abogado David Asper. De acuerdo con Asper -abogado y profesor visitante de la Universidad Estatal de Arizona en temas relativos a la ley canadiense-, dijo que no tocaba a los juzgados determinar la credibilidad de la información, sino que podrían haberse limitado a pasar las transcripciones de la vista oral del juicio a la policía para que hubieran sido éstos quienes investigaran.

Ante todos estos nuevos hechos en torno a la comunidad canadiense de las Doce Tribus, un portavoz de la comunidad se adelantó a aclarar que el abusador de niños ya no vive en la comunidad definitivamente, sin querer añadir mayores explicaciones al respecto.