Según informaban diversos medios franceses, hoy arranca en la ciudad francesa de Pau el juicio contra un médico y un terapeuta que promueven el empleo de la ayahusca como remedio terapéutico, ambos vinculados a L’Échelle, una asociación ubicada en Saint-Pé-de-Bigorre que promueve la rehabilitación de toxicómanos mediante la utilización de esta sustancia alucinógena tipificada como estupefaciente en Francia desde el pasado año 2005.

El motivo de este juicio arranca de la denuncia de una familia de una mujer que participó en los seminarios de esta asociación; en el contexto de un proceso de divorcio, el ex marido ha iniciado una denuncia ante los juzgados por el empleo de la ayahuasca en sus seminarios a la vez que por el hecho de animarla a participar en el programa de la clínica Takiwasi del Perú, donde se promueve el empleo de esta liana para la rehabilitación. De acuerdo con la fiscalía, estos dos profesionales habrían publicitado además el empleo de la misma a través de diversas lecturas y enlaces web en donde se alaban los beneficios de la ayahuasca.

No es esta la primera vez que el empleo de la ayahuasca termina en los Tribunales. En 2005, se cursó una denuncia contra Takiwasi por estafa, empleo de estupefacientes y sectarismo, aunque terminó archivada por falta de pruebas. Y en esta ocasión, nuevamente su abogado, Me Thierry Sagardoytho, sostuvo que «»mi cliente nunca animó a sus estudiantes a ir al centro Takiwasi con el único fin de consumir ayahuasca. Además, el uso de esta sustancia no es objetable en el Perú». El abogado además sostiene la seriedad del centro: «no es una secta, es el centro hospitalario de Pau el que hace doce años envió el médico del centro, dirigido por el Dr. Jacques Mabit (médico especializado en medicina tropical y la naturopatía), a la formación del empleo de estas lianas en el contexto de abuso de sustancias».

Sagardoytho también señala que «el médico se centra en el estudio de los efectos positivos y negativos de la ayahuasca, pero nunca ha alentado positivamente a su consumo […] hay más de una docena de libros sobre el tema disponibles gratuitamente en las librerías y sus autores nunca han tenido ninguna acusación. Ésto debería ser ya motivo de absolución».