Una reciente investigación realizada por el medio inglés The Independent, a raíz de un trabajo ya publicado el pasado mes de junio -en donde indicaba que en ciertos centros educativos cristianos fundamentalistas se continuaba enseñando a las niñas a prepararse para el matrimonio o que la homosexualidad es una enfermedad-, ha revelado que a lo largo de 1980-2000, en no pocos centros educativos ingleses, se realizaron exorcismos sobre los menores, se les golpeó con una tabla de madera como medida correctora o se preparaba a las niñas para el matrimonio.
Diversos ex alumnos de estos centros educativos se han decidido a relatar la experiencia vivida en sus años escolares en estos centros cristianos. Estos antiguos alumnos recuerdan su vida allá como «aterradora», con el miedo constante a llevar la contraria a los preceptos del profesor o al centro por temor a la represalias. Otro antiguo alumno ha referido cómo en ciertas asambleas escolares se producían “convulsiones de los niños que helaban la sangre”, para expulsar sus demonios que les estaban “desviando del buen camino”.
Todos estos alumnos han apuntado a que estas prácticas se dieron de forma sistemática en centros educativos adscritos a la línea del la Educación Cristiana Acelerada (ACE), un método de aprendizaje desarrollado por iglesias bautistas en los Estados Unidos.
De acuerdo con su misma publicidad, “la filosofía [de la Educación Cristiana Acelerada] se basa en la Palabra de Dios…es un programa único para esta época, enfocado a la construcción de santos ciudadanos y líderes cristianos del mañana…deseamos crear en los estudiantes una ardiente pasión para aprender y crecer espiritualmente”.
Tan sólo en el Reino Unido hay más de mil niños de entre 4-18 años de edad inscritos en centros educativos que están en la línea de la Educación Cristiana Acelerada. Todas ellas se encuentran registradas como centros privados. Los alumnos provienen, en su gran mayoría, de familias cristianas que siguen una interpretación fundamentalista de la Biblia.
Los antiguos alumnos que ahora se han decidido a relatar su experiencia vivida, han indicado que se sintieron muy conmocionados por el artículo del pasado mes de junio y que eso fue lo que les llevó a hablar. Uno de ellos afirmó ante los periodistas que durante los noventa,»nos dijeron que éramos los hijos de Dios y el mundo estaba en nuestra contra. Así que estábamos aislados y no podíamos hablar. Nadie cuestionaba eso, era lo que nos enseñaban”. Otro ex alumno que asistió a una escuela durante la década de los noventa, y que pidió explícitamente no ser identificado, dijo que «los exorcismos solían darse en ocasiones dentro de la propias asambleas escolares… no habría más de unos 20 niños, tal vez cinco adultos. Nos decían que el Espíritu Santo vendría a través de los niños. Empecé a tener convulsiones y no podía parar. Incluso cuando me fui a dormir por la noche, continué con las convulsiones. Estaba aterrado, realmente convencido que era el Espíritu Santo el que había entrado en mí…recuerdo gritos de todos los niños que hielan la sangre y luego todos debíamos rezar para expulsar a los demonios… los profesores nos empujaban…ponían sus manos sobre nosotros cuando rezábamos y nos echaban al suelo…si no caíamos al suelo, nos decían que eso significaba que no sentíamos al Señor…todo aquello era una locura…estaba fuera de control”. Otros dos ex alumnos que asistieron al colegio entre 1990-2000, añadieron que también fueron testigos de exorcismos realizados en otras escuelas, donde se animaba a los niños a «hablar en lenguas».
Las revelaciones de estos ex alumnos incluyen otros motivos igualmente preocupantes. En algunas escuelas, y según algunos antiguos estudiantes, las niñas eran preparadas para el matrimonio desde una temprana edad. Para ello, se controlaba estrictamente la sexualidad de las niñas y las aislaban del posible contacto con chicos para prepararlas de cara a casarse más tarde con hombres de mayor edad. En algunas escuelas fueron presuntamente estimuladas a casarse poco después de cumplir los 16 años, después que los líderes de su iglesia les dijera que era «la voluntad de Dios».
Una mujer, que asistió a una de estas escuelas entre finales de 1990 y principios del 2000, recordó que «había una chica que se casó con alguien 20 años mayor que ella. El hombre la conoció cuando él tenía 30 años y ella 7…la sentaba en sus rodillas cuando era una niña, había jugado con ella…y ahora están casados…cuando era una niña, le dijeron que no se le permitía hablar con chicos del otro sexo, que debía mantenerse a metros distancia…que si se le descubría besándose con un chico, sería golpeada con una madera…no llegó a conocer a otra persona más que a este hombre, de quien fue sexualizada desde que era pequeña”.
Otra ex alumna que asistió a una escuela de la ECA en la década de 1990, dijo que una compañera suya se había casado con un hombre a sus 16 años de edad, cuando aquél tenía 40, y a quien había conocido cuando empezó a enseñar en su escuela, «se le dijo desde bien pequeña que su papel en la vida sería el de apoyar a un hombre y que Dios le llevaría a él. Pero, en realidad, son los pastores y los líderes de las iglesias los que conducen a las personas. Es grooming …cuando yo tenía 18 años lo viví, ya que desde los 14 la iglesia me había estado empujando hacia un hombre que era ocho años mayor que yo…. y me animaron activamente a trabajar con él. De hecho, puedo decir que eran muy agresivos con la cuestión del matrimonio». Estas antiguas alumnas indican que las iglesias cuidan en que los matrimonios se den en la edad legal del consentimiento, «pero en realidad, el condicionamiento empieza muchos años antes».
Y a pesar de que todas estas declaraciones realizadas por los ex alumnos podrían verse como algo «histórico», lo cierto es que los libros de texto que continúan siendo empleados por estas escuelas incluyen elementos en los que a las mujeres se les enseña que su misión en la vida es «obedecer, respetar y someterse a la dirección de su marido, que actúa como un ayudante para él» o que «Dios desea para [las mujeres] a tal o cual marido [s].»
Otros antiguos alumnos reconocieron que también fueron objeto de castigos corporales. Los niños podían ser golpeados con palos de madera o bien forzados a la participación en ceremonias cuasi religiosas en las que debían implorar su salvación por supuestos «pecados» cometidos. Éstos refirieron que el castigo corporal era presentado como «la voluntad de Dios», aunque los castigos corporales hayan sido prohibido por completo en Inglaterra desde el pasado 1998.
David Waldock, un antiguo alumno que asistió a una escuela de la ECA entre sus 11 y 16 años, antes de 1998, dijo: «Los profesores me golpearon con una vara de madera. La escuela estaba en el sótano de la iglesia. La vara se mantuvo en la sacristía. Primero me dijeron cuál era mi pecado, luego que fuera hacia allá, me bajara los pantalones y entonces mientras me golpeaban debía rezar para pedir perdón. Todo era un ritual muy organizado».
Otro ex alumno que asistió a una escuela de la ECA en la década de 1990, dijo que un compañero de clase con necesidades especiales en una ocasión perdió el control de sus esfínteres en el aula, «de forma que el profesor lo cogía rutinariamente para golpearle con una tablita de madera por su mal comportamiento». Este alumno recuerda que era algo tan habitual «que estaba continuamente muy asustado, en una ocasión me clavé las uñas en las manos de la tensión que sentía».
The Independent tuvo acceso a algún manual de formación de profesores de las escuelas que siguen el método del ECA. Una copia de un manual del pasado 1993 incluye instrucciones precisas para los profesores acerca del cómo administrar castigos corporales «para cuando los niños pecan: las sanciones son para violaciones de procedimiento; la pala de madera es para violaciones morales «. Además, el manual enumera un proceso paso a paso para golpear a los niños: «el uso de versículos de la Biblia para explicar al niño los principios que ha violado. Asegúrese que entiende claramente lo que ha hecho mal … coloque al niño para que él se incline hacia adelante con las manos sobre una mesa o una silla y con sus pies separados. Mantenga la paleta o el cinturón bajo para evitar golpear la columna vertebral…Rezar con el niño después de la corrección corporal. Revisen el delito y muéstrele Hebreos 13.17. Solicite que pida al Señor que lo perdonara por _____ (nombre de la violación) y ayude a obedecer la Palabra de Dios y a las personas que Dios ha puesto en su vida para entrenarlo».
Una edición actualizada del manual de formación de profesores, compilado a partir de 1998, deja de defender el castigo corporal por los profesores en las escuelas de la Educación Cristiana Avanzada. El Centro Cristiano de Educación Europa, el órgano de la organización que dirige y promueve las escuelas de la ECA, revisa periódicamente los textos para asegurarse que están al día.
Aunque la investigación del pasado mes de junio realizada por The Independent reveló que los libros de texto que utilizan las escuelas de la ECA enseñan de hecho a los niños que la homosexualidad es «no natural», que «el creacionismo es un hecho» y que el papel de las niñas en la sociedad es llegar a ser buenas madres y esposas.
Un elemento clave de la filosofía de estas escuelas, proviene de la creencia en una autosalvación, de modo que se debe aceptar activamente la salvación de Dios para entrar en el cielo. Por extensión, se cree que los niños deben aprender por sí mismos con el fin de estar más cerca de Dios. Así, los alumnos deben pasar la primera mitad de cada día escolar enseñándose a si mismos mediante la lectura de libros de texto en silencio. Durante la segunda mitad de la jornada escolar, a los niños se les enseña en grupos. Algunos alumnos quedan sin títulos oficiales a medida que estudian para la obtención de un «Certificado Internacional de Educación Cristiana», que tiene un escaso reconocimiento por parte de empresas o universidades, lo que desemboca en que muchos alumnos permanezcan en las iglesias de por vida, o tengan dificultades para encontrar trabajo u otras oportunidades laborales más allá de las propias iglesias.
Un portavoz de la Educación Cristiana de Europa dijo que estaban «sorprendidos por las acusaciones» de los antiguos alumnos. El portavoz dijo que eran «proveedores de una amplia gama de materiales y servicios para los planes de estudios, pero no somos responsables de la gestión de las escuelas individuales».
Un portavoz del Departamento de Educación dijo que «las escuelas están obligadas a rendir cuentas mucho más rigurosamente que hace unos 30 años y cada institución, independiente o estatal, debe promover los valores británicos fundamentales de democracia y el respeto mutuo para todos. También están obligados a adherirse a la Ley de Igualdad. Se investigará cualquier alegación conforme esos valores no estén siendo promovidas o haya discriminación de cualquier tipo dentro del aula. Si se confirman estas acusaciones, vamos a tomar una acción rápida, cuando proceda, de eliminar tales instituciones del registro de las escuelas independientes en el Reino Unido».