Los «coach de vida» y los mas diversos «coach personales» han ganado en popularidad en estos últimos años, con ofertas adaptadas tanto a sectores profesionales como adaptándose a una amplia plétora de programas de new age. Muchos se centran en consultas puntuales, otros se ofrecen para resolver problemas. Recientemente, Le Journal de Montreal llevó a cabo una investigación de campo con una pequeña muestra de cinco coaches canadienses extraídos al azar de Internet.

Los periodistas querían saber hasta qué punto estos coaches podían estar trabajando en áreas de intervención más típicas de un psicoterapeuta y reservadas por ley para esos profesionales de la salud. La legislación sobre salud mental en Canadá -y más específicamente su así conocido «Proyecto Ley 21» que ordenó la prestación de servicios en salud mental y otras relaciones humanas-, aclara que determinados profesionales no pueden entrar en el tratamiento de alteraciones ansiosas o depresivas, por ejemplo.

La periodista se presentó a los diferentes coach como una mujer que sufría de ansiedad y de sentimientos depresivos. Los resultados fueron preocupantes: cuatro de los cinco coches de vida mostraron elementos de gravedad para el Colegio de Psicólogos de Quebec, hecho éste que ha motivado que se inicie una investigación por posibles infracciones.

Los coach, aseguraron poder trabajar ese problema de ansiedad en un espacio de tres meses. Otra aseguraba a la clienta que no presentaba una «condición médica» que requiriera de asistencia profesional y aún otro dijo que no debía tomar antidepresivos. Además,la mayoría de ellos ofrecían sus servicios sin licencia alguna validada estatalmente por ningún organismo profesional reconocido.

El Colegio de Psicólogos de Quebec recibió desde la aprobación del Proyecto Ley 21, en junio de 2012, más de quinientas reclamaciones por diversos temas. En este caso, y según el presidente del Colegio Oficial de Psicólogos, Rose-Marie Charest, estos resultados demuestran que estos coaches «realmente están convencidos que la creencia, puede hacer cualquier cosa. Esto es grave porque no hay nadie todopoderoso».