Miles de yogis se reúnen desde hace unos días en la localidad rumana de Baile Herculane, al suroeste de Rumania, en un Simposio Internacional de Yoga en el que más de 400 personas crearon la primera espiral de su reunión anual. De hecho, ésta fue una de las ocho espirales que reunirá a numerosos practicantes de yoga durante 90 minutos. La espiral se crea mediante la alternancia de hombres y mujeres, colocándolos cerca unos de otros en función de su signo zodiacal.
El simposio yoga, organizado por la Escuela de Yoga MISA , se extenderá hasta el próximo 11 de mayo. Se espera que participen unas 3.000 personas procedentes de Rumania y del extranjero. Gracias al evento, la tasa de ocupación de los hoteles está al máximo de su capacidad. Muchos seguidores de la Escuela de Yoga MISA han hecho ya amigos entre los vecinos de la localidad y a falta de hoteles, se quedan en sus casas. Los negocios se adaptan al público de estos días: comida vegetariana y todo tipo de artículos que pudieran interesar a los visitantes.
El líder MISA, el gurú de 62 años Gregorian Bivolaru -también conocido como Magnus Aurolsson-, se cree que actualmente reside en Suecia y se espera que ‘conecte telepáticamente’ con los participantes de los simposios de yoga de Rumania.
Bivolaru , que empezó a enseñar yoga en los años 70, fue condenado a prisión en varias ocasiones, entre otros motivos por distribución de material pornográfico o por la difusión de material obsceno de él con su pareja. La fiscalía encargada de juicio lo valoró como mentalmente inestable y recomendó tratamiento psiquiátrico.
En 2011, un tribunal rumano decidió que el fundador MISA había sido perseguido por las autoridades rumanas por motivos políticos, pero más tarde en 2013 otro tribunal lo condenó a prisión por tener relaciones sexuales con un menor de edad, aparte de tráfico de personas.
Actualmente, Bivolaru tiene asilo político en Suecia, donde se cree que ha vivido desde 2005, aunque algunos ex miembros apuntan a que su residencia se encuentra en Francia.